La Teoría de los Cubos de Thomas Corley
En 1997, un joven Vincenzo Natali compartió con el mundo una ficción que se convertiría rápidamente en filme de culto; ‘Cube’ partía de una premisa clara: un grupo de individuos aparecen encerrados en salas individuales en forma de cubo. No se sabe cómo ni por qué han llegado hasta ahí. Pero lo que es seguro es que están metidos en un buen problema del que van a tener complicado salir.
Un problema, a su vez, es lo que trata de resolver el bueno de Thomas Corley con su Teoría de los Cubos: el del ahorro. Me gusta pensar que filme y teoría se retroalimentan, pero lo veo improbable. Corley incide en la idea de diversificar en compartimentos estancos. Y en comenzar a hacerlo cuanto antes.
Los 4 cubos de Corley
- Un primer “cubo” se focaliza en ahorrar para los gastos fijos, aquellos que se repiten de forma periódica en nuestro día a día y nos es fácil anticipar: alimentación, alquiler, mantenimiento de un vehículo, etc.
- El segundo cubo se puede considerar una prolongación del primero, y se enfoca en gastos, llamémosles, “anticipables”. Unos costes que sabes que vas a tener (algún día cambiarás de coche, de casa, etc.) y debes ir ahorrando lo antes posible para que, cuando llegue el momento de decidirte, puedas afrontarlos.
- El tercero está destinado a emergencias. Ese famoso “colchón” que cubre incidencias, que ocurren sí o sí, y que te van a pillar siempre desprevenido. Una cosa es que así sea y, otra muy distinta, que tengas un dolor de cabeza añadido al no tener como sufragarlas económicamente. En este caso, Corley apunta a que destinar un 10% del ahorro a este compartimento debería ser suficiente.
- El cuarto y último se enfoca en la rentabilidad: planes de pensiones, fondos, etc. Aquí, Corley insiste en no descapitalizar este compartimento para cubrir otros.
Hasta aquí un nuevo artículo. Recuerda que puedes invertir desde 20 € en Criptalia: proyectos que mejoran la economía real de tu sociedad y repercuten positivamente en tu bolsillo. Corley estaría orgulloso.
